miércoles, 13 de enero de 2016

Gracias Por Ser Mi Abuelo.

Pensar en vos me recordaba a santa claus

Me toco ser tu nieto, aunque no era de tu sangre. Fue usted mi verdadero abuelo. No critico a mis abuelos de sangre, simplemente no compartí con ellos lo que compartí con usted. No puedo obligar a una persona a que me quiera, aún siendo su pariente.


Perdoname por no decirte lo mucho que lo amo la última vez que le vi, abuelo. En el fondo yo pensé que iba a volver a verlo. Usted es como yo. No nos gustan las despedidas tristes. Por eso no me despedí triste, como si usted se fuera a morir. Me despedí como si nos fueramos a volver a ver. Pasé el mes soñando que usted estaba sano y yo me alegraba. Qué tristeza me da... No poder escuchar tu risa y ver tu cara tan despreocupada. Ese gesto que usted tenía que me hacía recordar a santa claus.


Gracias por dirigirte a mí como tu nieto y enseñarme lo que se siente ser querido por el gran pá. Gracias por aconsejarme, por enseñarme el gesto que tengo que tener ante la vida. Reír y estar despreocupado, pues siempre todo estará bien.


Esta madrugada es triste. La noticia de su partida no me ha sacado lágrimas, pero me hizo temblar, me dejo en shock. Me hizo arrodillarme y alzar las manos. Padre, si me escuchas, te ruego por el alma de mi Papi Enrique. Estarás conmigo viejo, hasta que me toque irme, como te tocó a ti ésta madrugada.


Gracias por ser un ejemplo viejo, gracias por tratarme siempre con un cariño inmenso, por enseñarme cosas de mecánica, por preguntarme siempre por los estudios y por la novia, por reclamarme siempre que sanara la relación con mi padre, por regalarme ese short quiksilver tan cachúo! Por ser mi abuelo. Por estar siempre feliz y despreocupado. La única vez que te vi molesto abuelo, fue cuando discutimos por política. Yo quede sorprendido, en mis 22 años de vida, fue la única vez que le vi molesto. Y me sorprendió. Yo quiero ser como usted, tal cual. Hacer lo que me gusta, reír siempre, amar... Y molestarme cuando es necesario, tal cual usted. Gracias por ser un ejemplo. Seguirás conmigo Papi Enrique, en mi corazón.


Descansa en paz viejo.


Y si en tu descanso ves por ahí al viejo Petrella, dile que lo amo también a pesar de que no estuvo nunca ahí para mí.