sábado, 9 de diciembre de 2017

Cuando Me Conozcas

Te quería decir:

Cuido mucho mi ortografía y forma de hablar, pero te quería decir que en realidad me gusta escribir palabras con errores ortográficos únicos, y que soy bastante grosero y mal hablado.


Doy impresión de mala persona, descuidado y poco fiable, pero te quería decir que mi meta en la vida es alcanzar la virtud, y que tengo guerras internas para poder hacer alguna maldad sin que mi conciencia me castigue.


Invitarte a un restaurant, para decirte que no me gusta comer. Mi paladar y olfato no soportan la gran mayoría de sabores y olores.

Que paso todo el día durmiendo y sufro pereza. Te quería decir que me deprime estar sin hacer nada, y mi umbral de cansancio no tiene límites. Cada día de pereza es porque me lo he ganado, pero hacer cualquier cosa es buena excusa para exprimir cada segundo del día.


A veces dejo todo tirado, y en las mañanas puedes tropezar y caerte porque dejé mis zapatos atravesados. Te quería decir que jamás dejo la cocina sucia, y que este desastre en la casa más temprano que tarde lo limpiaré.


Sufro de celos y apego. Pero te quería decir, son solo inseguridades que están esperando conocerte hasta en pensamientos. Creo en la libertad como creo que estoy vivo, y pongo huellas y firma en contratos de almas.


Escuchar tus notas de voz, contestar cada vez que llames. Pero te quería decir, soy torpe comunicándome por celular. No me gustan las llamadas, a veces ni los textos. No quiero perderme ningún gesto cuando me cuentes tus cosas, espera y echame el cuento cuando estemos en persona.


Mi sonrisa es pícara, soy altanero y cínico. Te caeré mal, te sacaré la piedra. Te quería decir que lo hago por divertirme, me gusta discutir, me gustan las bromas pesadas, me gusta que me odies. Me gusta la contradicción, que puedas odiarme, sin embargo, que más grande sea tu amor.


No soy detallista. Tal vez enfermes y no quiera visitarte en la clínica. Tal vez se me olvide alguna fecha. Tal vez no asistí a eso que era importante para ti. Pero te quería decir, no me gustan los adornos ni los recuerdos, no me gustan las fotos. Me gustan las cosas que son reales, no me gusta medir el amor que siento, porque no hay matemática para medirlo.
Yo, no abandono.


Tengo cara de ser promiscuo. Tengo historia, hice bastante daño. Pero te quería decir, que también me hicieron bastante daño. Tengo mi deuda saldada con el karma, y aprendí mi lección. Que estoy aquí sin deudas, con mi cartera llena de virtud para no deberle nada a nadie jamás.

Soy de la calle. Tengo algo que me lleva a los ghettos, soy de la noche, no me gustan los policías, soy de los que se fuman un porro en plena vía pública y me gusta vivir en peligro. Pero te quería decir, que siempre volveré a casa, que no te preocupes por mí. A pesar de que odio a la policía, no corro cuando aparecen. A pesar de los panas de mala vida, juntos pero no revueltos. A pesar de la marihuana, no hay nada más que eso, ni siquiera alcohol. A pesar de ser callejero, el otro lado de la balanza está mi educación, mi desarrollo del ser, y las cosas que tengo ocultas que me hacen feliz. A pesar de vivir en peligro, siempre llegaré a casa.

No es vida para mí, la tensión de cuidar las formas y las apariencias.

Te quería decir, que quiero dormirme sin claves en mi teléfono, sin candados en mis despensas, sin mentiras en mis actos, mis palabras, mis pensamientos. Sin maquinar planes maquiavelicos.

Espero a que me conozcas, te dejes conocer. Y cuando logremos esto,  trabajemos por la paz de ser quienes somos.

Estoy seguro que en el camino, cosas nuevas de ti sabré, cosas nuevas serás, y cosas viejas ya no serás.
Estoy seguro que en el camino cosas nuevas de mí sabrás, cosas nuevas seré, y cosas viejas ya no seré.