martes, 8 de noviembre de 2016

El Ingenioso Hidalgo.

Hace días estaba pensando en que soy un retrato... He estado pensando en que tengo mucho parangón con un personaje... Le di tantas vueltas que ahora he obtenido la respuesta.

Soy Don Quijote


La creación de Cervantes; un personaje muy peculiar y singular que ha sido perpetuo en la literatura. Desde que llegó a mi vida me ha influenciado de una manera inconsciente. Ha sido descrito como: "Alguien que sabe muy bien lo que dice, pero no tiene idea de lo que hace" y creo que eso equivale  exactamente a mi propia existencia. Me siento totalmente identificado con eso, pues, yo hablo mucho. En mi mente hay tantas tesis y antítesis, que las he trascendido todas. He trascendido mi propia mente.


Hablo cosas que pocos comprenden. Pero cuando llega el momento en que tengo que cerrar mi boca y empezar a "hacer", no tengo ni la menor idea de lo que hago. No sé jamás lo que produzco, no sé bien mis obras, no tengo idea de nada de lo que yo pueda realizar. De acuerdo a esto, me digo que "siempre hago sin saber hacer" y no me cambiaré. Es una forma de perpetuar mi inocencia, tanto interna como exteriormente. Es como si al momento de realizar, pudieras quitarte la mente para poder recibir las directrices de la totalidad del momento. Siempre espero que mi intuición se involucre, o una señal; cualquier cosa puede enseñarme o dirigir mi voluntad.


Tal vez sea un poco luchar contra molinos de viento. Tal vez mi enemigo es imaginario y yo me quedo encontrando su punto débil.


Rocinante, a veces te descuido. El cuerpo que llevo en este viaje. Cuando aún no podía abrir mis ojos, ya te había elegido.  

Un Caballero


Yo también quiero ser un caballero, aunque mi armadura es el (de) papel. Quiero ser más que un hombre. El ingenioso hidalgo. Nobleza. Tanto más dominio y re-conocimiento tengo de mí mismo, tanto más hombre soy. No me alcanza ser solamente un hombre, necesito algo más: la virtud.

Soy un caballero, aunque Quijote.
Soy un caballero, aunque escuálido.
Soy un caballero, de armadura blanda y desprolija 
Por tanto impera su dureza y belleza.
Soy un caballero, valiente cuando me toca enfrentar
A mí mismo.


Con Escudero


Mi propio Sancho Panza.

Mi amigo de bajeza espiritual que puedo manipular por su interés.

Tengo muchos Sancho Panza. 

Yo soy el Quijote, me enfrento a los leones. Incomprendido, pueden decir que estoy loco. Tienen base para hacerlo. Seguro algún día saldrá mi fe de errata, tal vez alguien se tome el tiempo de comprenderme. No he tenido parquedad al hablar de mi mundo interno.


Mucho Sancho Panza. Pueden acompañarme. Necesito que me acompañen, basta con ofrecerles el puesto de gobernador para que trabajen como mi escudero. Somos pocos los Quijotes, son muchos los Sanchos. Necesito mi escudero.

Sancho el cuerdo, el refranero.
Yo, el loco.
Sancho se parece a la mayoría
Yo soy símil a la minoría.

Quijotes como yo, solamente conozco tres. Y busco conocer más, pero son escasos, como agua en el desierto.

Necesito mi escudero para lograr mi travesía.

Parafraseo: " porque ninguna cosa de esta vida hace más valientes a los caballeros andantes que verse favorecidos de sus damas"


Dulcinea


Mi dulcinea. Donde sea que estés, te voy a encontrar.


Dulcinea: belleza y virtud encarnada en una sola persona.


Mi dulcinea de Toboso. Bella y virtuosa. Nada me haría más valiente que encontrarte y verme favorecido por ti.


No hay empresa más difícil que esta. Mi travesía entera. 


Mi raudal
Abundante agua derramada
Razón rasgada
Inconforme plenitud
Aumento mis cimientos
Para ser tan grande
Como el corazón del cielo
Mi dulcinea
La espera no me desespera
Mi sumo amor
Me he hecho más que hombre
Soy caballero
Para jamás fallarte. 


No hay comentarios: