lunes, 10 de julio de 2017

Un aliento. Una elección.

"Aun el camino más largo siempre empieza con un paso"

Es real el sufrimiento y la cobardía, el dolor, el llanto y el deseo. Es real y la divinidad está en ello.

Es real también el debate, la discusión intensa que nos lleva a batirnos a duelo. Caer impotente, saber que no hay nada que podamos hacer. Saber que la realidad es cruel, y no querer aceptarla.

No querer aceptarla y renunciar. Dejar que se derrumbe todo lo que tienes en tus manos. Desistir de la resistencia y dejarnos caer. No recordar quiénes somos, no recordar la sonrisa o el gesto que nos da aliento. Llanto y sollozar por el dolor.

Todo eso es real, pero ojalá pudiera expresarse en palabras. Pero las palabras no bastarán jamás, y el mundo pega más duro que todas las precauciones y advertencias que podamos tomar.

Todo esto tenía que suceder.

Un aliento. Una elección. Un paso.

Ese primer paso, el único que es por voluntad propia, porque los demás son dados por Él.

Dios está en todo, pero también Él necesita ayuda.

Necesita ayuda a que demos ese primer paso.

Hay un espacio donde Él no habita, porque acaso, ¿quién de ustedes que leyera esto, tuviera un pan y le diera a su hijo una piedra?

Más grande es el amor que siente Él por nosotros. Tanto que nos concedió la libertad de elegir.

Un aliento, una elección. ¿Qué sería del viento sin la libertad? qué sería del amor... del arte. ¿Qué sería de la humanidad si no podemos elegir?

Elegir sufrir. Elegir no sentir, elegir llorar. Elegir el miedo, la duda. Elegir la derrota, el derrumbe... Elegir la venganza, la desidia. Elegir la violencia, el arrebato. Elegir la mente, la lógica, la desconfianza y las segundas intenciones... Elegir al ego. Elegir la muerte. ¿Qué sería del ser humano si no pudiera elegir la oscuridad?

Elegir amar. Elegir sentir, elegir reír. Elegir el coraje, la valentía, la victoria. Elegir el perdón, la compasión... Elegir el corazón, la intuición, la confianza... Elegir la inocencia, elegir el aliento, la libertad. Elegir la vida. ¿Qué sería del ser humano si no puede elegir la luz?


Qué sería de la luz y la oscuridad si no tienen razón de ser. Si solamente somos un accidente... Sin hogar, sin tener a dónde ir.



Allí donde sea que estés. No serás juzgado por tu riqueza material, ni por tus buenas obras.

Al final... Seremos juzgados por nuestro coraje.

El coraje de entrar a nuestras propias tinieblas cuidando la lámpara en nuestras manos... Entrar al centro de la oscuridad y encender nuestra luz.

Qué sería del miedo, si no existiera el amor para que lo espere... Para que lo aliente... Para que nos salves a todos salvándote a ti mismo.


Ten coraje. Ten Fe.

We are not alone.

Somos el futuro.

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