lunes, 25 de septiembre de 2017

Crece Si Quieres Librarte De Mí

Cualquiera puede ser tu tirano. Muchas nubes sin ninguna lluvia. A veces nos vemos presos por las fuerzas del destino. Algunos estamos acá, en la corte del tirano.

Cualquiera puede serlo, desde tu señora madre o hasta tú mismo.

Una lección que se necesita aprender.

Crecimiento. Éxito.


Podemos ser nosotros. O ser testigos de otros que están alienados. Y ahí estamos, sabiendo y de brazos caídos porque no podemos hacer nada.

Quedan las historias de los que superaron ese pequeño veneno.

Esta historia me han contado...




Todos sabíamos que las carantoñas de Dama Sun eran para no caer en desgracia con el tirano. El tirano la podía dejar sin comer esa noche o enviarla al calabozo de la torre o quitarle su ropa en público y nadie intervendría para ayudarla. Todos sabíamos eso.
El tirano era la única fuente de recursos de la Dama, ella era muy joven cuando llegó a la corte y se sentía una poca cosa, sentía que sin el tirano estaba perdida; que estaba arriba solo porque él la sostenía desde abajo y daba gracias a Dios por eso. Es más, el Tirano era su Dios, su diospadretodopoderoso.

El tirano jugaba sin piedad con ella poniéndola en ridículo, ella aceptaba sus juegos y reía con dulzura. El tirano le regalaba joyas diciendo que era su dama preferida y la amaba más que a su vida, y luego se las quitaba para dárselas a otra. Lo sabemos porque la otra luego las lucía.
Dama Sun, tan suave flexible y adaptable,  vivía desconcertada y atemorizada por este tirano del cual dependíamos todos los de su corte. Como dije, lo conocíamos muy bien; a él y a sus amigos.

Un día ella, Dama Sun, comenzó a dudar. La duda venía porque pensaba "si dice que tanto me ama, ¿porqué me tiraniza?, seguro que estaré haciendo algo mal, algo que le disgusta, ¿qué será que no es apropiado? Estudiaré mi comportamiento para mejorar y agradarle, así me tratará bien y podré creer en su amor".
Nuestra Dama Sun, suave y flexible, se desvivía pensando en cómo conformar al tirano. Pero nunca lo logró; el tirano era un Tirano y no necesitaba motivo para tiranizar, esa era su naturaleza.
Un cielo encapotado y plomizo suspendido sobre la cabeza que creaba un perpetuo crepúsculo en la vida de todos y de Dama Sun.


Con desespero Dama Sun pulía su naturaleza interior; en un principio para conformar al tirano y luego ya no; porque trabajar sobre su interioridad se había convertido en un hábito para ella.


Se hizo fuerte, ya aceptaba con indiferencia  los juegos del tirano y no deseaba joyas ni vestidos alegres. Para distraerse de su aflicción trabajaba el día entero en un magnífico tapiz con el que cerrar esa tronera de sus habitaciones por donde entra tanto frío en las noches de invierno.

Cuando miró su obra terminada y vio que era bella y buena, fue cuando cayó en cuenta de que no necesitaba que el tirano sostuviera su vida, que ella podía sostener su propia vida, que la podía crear desde su interioridad. Se puso a la obra y ahora trabaja día y noche en esos tapices que vemos en el Gran Salón, en donde ya nadie se acuerda del tirano.

Dama Sun olvidó la corte del tirano, ya no se la veía por allí y cuando estaba obligada a asistir permanecía entre sus damas y trataba de no hacerse notar.
Pero todos siempre la hemos notado, aunque no digamos nada.
La dignidad de nuestra Dama Sun no tiene parangón, su porte es sin igual. Ella está muy ocupada con sus tapices, ahora Dama Sun va en seguimiento del tigre."

No hay comentarios: